Los botes están equipados con una boquilla vertedora especial de dos canales, lo que hace que verter combustible del bote sea particularmente rápido y conveniente. El combustible sale del recipiente a través del canal inferior. Para evitar el vacío, el aire regresa al recipiente a través del canal superior. El resultado es un flujo uniforme de combustible, el combustible no salpica ni salpica al verterlo.

Además, los depósitos están equipados con una ventana de nivel: es fácil controlar cuánto combustible queda en el bote.